Efectos secundarios

Efectos secundarios y Consejos

Cuando la radiación causa daños a los tejidos sanos adyacentes, esto puede ocasionar efectos secundarios. A mucha gente le preocupa esta parte del tratamiento contra el cáncer. Antes de iniciar el tratamiento, hable con su médico o con su enfermera sobre lo que usted debería esperar que suceda.

Cómo cuidarse durante el tratamiento

Usted tiene que cuidarse bien, especialmente para proteger su salud durante la radioterapia. Su médico o enfermera le aconsejarán según el plan de tratamiento que siga y los efectos secundarios que pueda tener.

A continuación se ofrecen algunos consejos generales:

Descansar lo suficiente. Puede ser que sienta más cansancio de lo normal. Procure dormir bien durante la noche. El cansancio excesivo o fatiga puede durar varias semanas después de terminado el tratamiento.

  • Adopte una dieta balanceada y saludable. Es posible que su médico o enfermera recomienden cambios en su alimentación dependiendo de la región del cuerpo que reciba la radiación.
  • Informe a su médico sobre todos los medicamentos que esté tomando.
  • Proporcione a su médico una lista completa de todo lo que esté tomando, las dosis y las frecuencias, incluso de productos como aspirinas, vitaminas o sustancias herbarias. No olvide incluir aquellas cosas que toma solamente cuando es necesario, como somníferos (pastillas para dormir), antiácidos (pastillas para la acidez estomacal), remedios para la cabeza y antihistamínicos (pastillas para las alergias).
  • Cuide mucho la piel del área tratada. Si recibe radioterapia externa, la piel de la región bajo tratamiento puede ponerse más sensible o adquirir la apariencia y sensación de quemadura solar.
  • Consulte con su médico o enfermera antes de usar cualquier jabón, crema, desodorantes, medicinas, perfumes, cosméticos, talco o cualquier otra cosa en el área tratada. Algunos de estos productos pueden irritar la piel sensible.

Los efectos secundarios pueden variar

Su médico y enfermera son las personas más indicadas para consultar sobre el tratamiento, efectos secundarios, así como acciones para cuidar de sí mismo(a) y cualquier otra inquietud médica que tenga. Es importante que les informe cualquier cambio que note sobre cualquiera de los efectos secundarios que tenga, incluyendo cambios en la piel, cansancio, diarrea o problemas para ingerir alimentos.

Asegúrese de entender todas las indicaciones de atención en casa y sepa a quién llamar si surgen más preguntas.

Los efectos secundarios varían de persona a persona, y dependerán de la dosis de radiación, así como del cuerpo que reciba el tratamiento. Algunas personas no presentan efectos secundarios en absoluto, mientras que otras presentan una cantidad considerable de ellos. No hay forma de predecir quién tendrá efectos secundarios.

¿Cuánto tiempo duran los efectos secundarios?

La radioterapia puede causar efectos secundarios tempranos y tardíos. Los efectos secundarios tempranos son aquellos que suceden durante o justo después del tratamiento.

Normalmente desaparecen dentro de unas semanas tras finalizar todo el tratamiento. Los efectos secundarios tardíos son aquellos que tardan meses o incluso años en manifestarse y a menudo son permanentes.

La mayoría de los efectos secundarios iniciales son cansancio excesivo (fatiga) y cambios en la piel. Otros efectos secundarios iniciales por lo general se relacionan con el área bajo tratamiento, como la pérdida del cabello o los problemas de la boca que se dan tras recibir tratamiento en el área de la cabeza.

La mayoría de los efectos secundarios desaparecen con el tiempo. Mientras tanto, existen maneras de reducir las molestias que pudieran causar. Si los efectos secundarios que experimenta se tornan más graves, el médico puede indicarle que se descontinúen los tratamientos por algún tiempo, así como recomendar un cambio en el programa o en el tipo de tratamiento que esté recibiendo. Notifique a su médico, enfermera o técnico de radiación acerca de cualquier efecto secundario que note, de manera que le puedan ayudar con ello.

Con frecuencia las personas se desaniman por el tiempo que dura su tratamiento o por los efectos secundarios que padecen. Si se siente de esta manera, hable con su doctor. De ser necesario, su médico deberá darle algunas indicaciones para que pueda sentirse mejor.

Efectos secundarios

Cansancio

El cansancio es la sensación de sentirse agotado física, mental y emocionalmente. Esto es muy común con el cáncer y su tratamiento, y a menudo ocurre con la radioterapia. El control del cansancio es una parte importante de su atención.

Experimentar este tipo de cansancio (fatiga) implica tener menos energía para hacer las cosas que normalmente hace o quiere hacer. Puede durar por largo tiempo y convertirse en un obstáculo para hacer sus actividades cotidianas. Este agotamiento es diferente al cansancio común, y podría no aliviarse con descanso. El cansancio relacionado con el cáncer es peor y es más desgastante y puede:

  • Variar de un día a otro en intensidad y en qué tanto esto le afecta.
  • Ser abrumador y dificultar que se sienta bien.
  • Dificultar que pueda pasar el tiempo con familiares y amigos.
  • Reducir su capacidad de hacer sus actividades cotidianas, incluyendo las tareas domésticas y acudir al trabajo.
  • Hacer que sea difícil seguir su plan de tratamiento contra el cáncer.
  • Tener distintas duraciones, lo cual hace difícil predecir por cuánto tiempo estará así.

Sólo usted sabe si tiene cansancio y cuán grave es. No existen pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar o describir su nivel de cansancio. La mejor medida del cansancio proviene de su propio informe a su médico o enfermera.

Usted puede describir su nivel de cansancio como inexistente, leve, moderado o grave. O puede usar una escala de 0 a 10, donde 0 significa nada de cansancio y 10 es para el peor cansancio que podría imaginar. Sea cual sea la forma que escoja, es importante que comunique su nivel de cansancio a su equipo de atención médica.

La mayoría de las personas empiezan a sentirse cansadas al cabo de unas semanas de haber recibido la radioterapia, y el cansancio suele empeorar a medida que avanza el tratamiento. El estrés debido a su enfermedad y a las visitas diarias para sus sesiones de tratamiento puede empeorar el cansancio.

La causa del cansancio relacionado con el cáncer no siempre puede asimilarse de forma clara. No obstante, si se conoce la causa, a menudo su médico puede tratarla. Por ejemplo, si se piensa que la anemia (recuento bajo de glóbulos rojos) contribuye a los síntomas del cansancio, ésta puede ser atendida con tratamiento. En otros pacientes, el tratamiento podría incluir la corrección del desbalance de líquidos y minerales en la sangre. El aumento de actividad física, así como la atención de los problemas para dormir y una buena alimentación también podrían aliviar el problema del cansancio. La educación y la asesoría a menudo forman parte del tratamiento, ya que pueden ayudarle a conocer cómo ahorrar energías, reducir el estrés y usar la distracción para enfocarse en otras cosas que no sea el cansancio.

Al entender su cansancio, usted puede sobrellevarlo mejor y reducir su angustia. Con frecuencia, un familiar puede ayudarle para que hable con su equipo de atención médica sobre su cansancio y cómo éste le afecta.

Por lo general, el cansancio se desvanece con el transcurso del tiempo una vez finalizado el tratamiento. Hasta ese momento, hay algunas cosas que puede hacer que son útiles para lidiar con el cansancio:

  • Haga una lista de las cosas que necesita hacer en orden de importancia para usted.
  • Trate de hacer las actividades importantes primero, cuando tiene más energía.
  • Pida la ayuda de sus seres queridos y amigos.
  • Coloque a su alcance las cosas que usa con frecuencia.
  • Trate de calmar su estrés.
  • Acciones como la respiración profunda, la visualización de imágenes, la meditación, la oración, el hablar con otras personas, la lectura, la música, el pintar y cualquier otra actividad que le resulte placentera puede que sea útil para aliviar su estrés.
  • Mantenga un registro de cómo se siente cada día y llévelo con usted cuando vaya a ver a su médico.
  • Mantenga un balance entre el descanso y las actividades.
  • Procure no pasar mucho tiempo en cama ya que puede hacer que se sienta débil. Programe las actividades de tal forma que tenga suficiente tiempo para descansar. La mayoría de la gente nota que tener periodos breves de descanso resulta mejor que uno prolongado.
  • Consulte con su médico sobre si debe hacer ejercicio físico, y qué tipos de actividades físicas podrían ser mejores para usted.
  • Siga una alimentación sana que contenga proteínas (carnes, leche, huevo y frijoles), y tenga un consumo diario suficiente de agua, salvo que reciba otras indicaciones.
  • Informe a su médico o enfermera sobre su cansancio y asegúrese de hablar con ellos si:
  • Su cansancio no se alivia, o si recurre o empeora.
  • Está más cansado de lo normal durante o después de una actividad.
  • Siente cansancio y no es debido a algo que haya hecho.
  • Experimenta confusión en sus pensamientos o no se puede concentrar.
  • No se puede levantar después de pasar más de 24 horas en cama.
  • Su cansancio interfiere con su vida social o su rutina diaria.

Problemas en la piel

El área tratada de su piel puede lucir rojiza, irritada, inflamada, con ampollas o incluso como si estuviera bronceada o quemada por el sol.

Al cabo de unas semanas, puede que su piel se reseque, se vuelva escamosa, experimente comezón (picazón) o que se despelleje. Es importante que informe a su médico o enfermera sobre cualquier cambio que experimente en la piel. Puede que le sugieran formas de aliviar las molestias, tal vez reducir la irritación adicional y tratar de prevenir la infección.

La mayoría de las reacciones en la piel desaparecen lentamente una vez finalizado el tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, la piel tratada quedará más oscura y podría estar más sensible de lo que era antes. Trate su piel con suavidad y delicadeza. Existen varias formas de lograr esto:

  • No use ropa ajustada, de textura áspera o rígida sobre el área en tratamiento. Esto incluye cualquier cosa ajustada o elástica que presione el área. En lugar de eso, use ropas holgadas hechas de tela suave y lisa. No almidone sus prendas de vestir.
  • No se frote, rasque ni restriegue la piel tratada, y no use cinta adhesiva sobre ésta. Si es necesario cubrir o vendar la piel, use cinta adhesiva de papel o del tipo utilizado para la piel sensible. Procure que la cinta adhesiva quede colocada fuera de la región de tratamiento, y no se la ponga en el mismo sitio cada vez que cambie el vendaje.
  • No aplique calor o frío (como almohadillas térmicas o compresas frías) sobre la región tratada. Consulte primero con su médico. Hasta el agua caliente puede lastimar la piel; por lo tanto, use solamente agua tibia para lavar el área tratada.
  • Proteja el área tratada del sol. Puede ser que su piel se vuelva hipersensible a la luz solar. Si es posible, cúbrase la piel tratada con ropa de colores oscuros o ropa que proteja del sol antes de salir. Pregunte a su médico si debe usar alguna crema de protección solar. Si éste lo autoriza, utilice un bloqueador con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30. Vuelva a aplicar la crema de protección solar con frecuencia. Continúe protegiendo su piel de la luz solar, incluso después de que finalice su tratamiento de radioterapia.
  • Use solamente agua tibia y jabón suave; simplemente deje que el agua caiga sobre el área tratada. No frote el área. También tenga cuidado de no borrar las marcas hechas en su piel para la radioterapia hasta que esta haya sido completada.
  • No use crema para antes o después de afeitarse, ni productos para eliminar los vellos. Si tiene que afeitarse el área, utilice una afeitadora eléctrica, pero antes consulte con su médico o enfermera.
  • Pregunte a su médico o enfermera antes de aplicar algo a la piel del área tratada. Esto incluye el uso de polvos, cremas, perfumes, desodorantes, aceites para el cuerpo, ungüentos, lociones o remedios caseros durante el tratamiento y varias semanas después. Muchos productos para la piel pueden dejar sobre ésta una capa que puede causar irritación e incluso puede alterar la dosis de radiación absorbida por el cuerpo.

Caída del cabello

La radioterapia puede provocar la caída del cabello (médicamente referido como alopecia). Pero el cabello sólo se cae de la parte del cuerpo que está recibiendo el tratamiento. Por ejemplo, la radiación dirigida a la cabeza podría hacer que usted pierda el cabello parcial o totalmente (incluyendo cejas y pestañas), pero si recibe el tratamiento en la región de la cadera, no perderá el cabello de la cabeza.

En la mayoría de los pacientes, el cabello crece de nuevo después de que finaliza el tratamiento, sin embargo, asimilar la pérdida de cabello suele ser algo muy difícil. Cuando vuelve a crecer, puede que el cabello sea más delgado o que tenga una textura diferente a la que tenía antes. Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de la caída del cabello, pregunte a su médico o enfermera.

Si usted experimenta caída de cabello, puede que su cuero cabelludo quede sensible y que requiera cubrir su cabeza. Use un sombrero o un pañuelo para protegerse la cabeza para evitar exponer dicha área al sol. Si prefiere usar una peluca o un tupé, asegúrese de que el forro no le irrite el cuero cabelludo.

Cambios en los recuentos sanguíneos

Aunque es muy poco común, la radioterapia puede causar recuentos bajos de glóbulos blancos, así como niveles bajos de plaquetas.

Estas células sanguíneas ayudan al cuerpo a combatir las infecciones y a detener el sangrado. Si sus análisis de sangre muestran cambios en sus recuentos, puede que el tratamiento sea postergado alrededor de una semana para permitir que sus recuentos sanguíneos se normalicen. Es más probable que este efecto secundario se presente si usted además está recibiendo quimioterapia.

Problemas para comer

La radiación a la cabeza y cuello, o a partes del sistema digestivo (como estómago o intestinos) pueden producir problemas para comer y para la digestión.

Puede que pierda el interés por la comida durante el tratamiento. Aunque no sienta hambre, trate de consumir proteínas y algunos alimentos altos en calorías. Los médicos han descubierto que los pacientes que se alimentan bien pueden tolerar mejor los tratamientos contra el cáncer y sus efectos secundarios.Sobrellevar los problemas de alimentación a corto plazo puede ser más fácil de lo que usted espera. Existen guías y folletos de recetas para las personas que necesitan ayuda para resolver sus problemas de alimentación.

A continuación algunas sugerencias de qué hacer cuando no sienta ganas de comer y cómo aprovechar al máximo los momentos en que sí tenga apetito.

  • Coma cuando tenga hambre, aunque no sea hora de comer.
  • Coma cinco o seis porciones pequeñas de comida durante el día, en lugar de dos o tres comidas grandes.
  • Varíe su dieta y pruebe nuevas recetas.
  • Si usted disfruta comer en compañía, trate de comer con familiares o amigos, o bien, coma mientras escucha la radio o ve la televisión.
  • Mantenga bocadillos saludables a su alcance para comerlos cuando le apetezcan.
  • Si otras personas le ofrecen cocinar para usted, permítales que lo hagan, no se cohíba y diga lo que le gustaría comer.
  • Si solamente puede comer pequeñas porciones de comida, aumente las calorías por ración haciendo lo siguiente:
  • Añada mantequilla o aceite de oliva.
  • Mezcle las sopas de crema (enlatadas) con leche o crema líquida en lugar de agregarles agua.
  • Beba leche (licuados) suplementos nutricionales líquidos (en latas o botellas) o en polvo entre las comidas.
  • Agregue salsa de crema o queso derretido a sus verduras favoritas.
  • Algunas personas toleran grandes cantidades de líquido, aunque no sientan deseos de comer comidas sólidas. Si éste es su caso, trate de aprovechar al máximo cada vaso enriqueciendo las bebidas con leche en polvo, yogur, jugo o bebidas nutricionales.
  • Hable con su equipo de atención médica si presenta cualquier problema para comer. Ellos pueden ayudarle a determinar la forma de hacerle sentir mejor y consumir los nutrientes que su cuerpo necesita.

¿Limitarán los efectos secundarios mi nivel de actividad?

Los efectos secundarios podrían limitar su capacidad de hacer algunas cosas. Sin embargo, lo que usted pueda o no pueda hacer depende de cómo se sienta.

Consulte con su médico sobre esto. Algunos pacientes pueden ir al trabajo o disfrutar de actividades de esparcimiento mientras reciben la radioterapia. Otros necesitan más descanso de lo acostumbrado y reducen sus actividades. Es posible que su médico le sugiera limitar las actividades que podrían irritar el área tratada.

Efectos Secundarios a Largo Plazo

Durante y después de la radioterapia, puede ser difícil pensar en lo que el futuro le tenga deparado. Sin embargo, dependiendo del tipo de tratamiento y de la ubicación del cáncer, la terapia de radiación puede tener efectos secundarios a largo plazo. Hable con su médico sobre los posibles problemas a largo plazo que podría causar el tratamiento que recibe. Incluso cuando sean menos comunes que los efectos a corto plazo, estos problemas deben tenerse en cuenta al momento de tomar decisiones acerca de la radioterapia.

Daños a su cuerpo

La radiación puede dañar las células normales, y en ocasiones este daño puede tener efectos de largo plazo.

Por ejemplo, la radiación al área del pecho puede causar daño a los pulmones o al corazón. En algunas personas, esto puede afectar la capacidad de la persona para realizar actividades. La radiación al abdomen o pelvis puede originar problemas en la vejiga, los intestinos, o problemas sexuales y de fertilidad en algunas personas. La radiación en ciertas áreas también puede originar un problema conocido como linfedema, el cual implica la acumulación de líquido e inflamación en partes del cuerpo.

Riesgo de que surja otro cáncer

Un problema a largo plazo asociado con el tratamiento de radiación es el posible aumento en el riesgo de desarrollar un segundo cáncer en el futuro.

Es posible que un segundo cáncer se desarrolle muchos años después, y que sea causado por el daño que la radiación ocasionó a los tejidos sanos. El riesgo de que esto ocurra es mínimo, no obstante, es real.

La relación entre la radiación y el cáncer fue percibida hace muchos años en estudios en sobrevivientes de bombas atómicas, en trabajadores expuestos a radiaciones en sus trabajos y en pacientes tratados con radioterapia. Por ejemplo, las mujeres jóvenes que recibieron radiación en todo el cuerpo como tratamiento contra el cáncer de Hodgkin presentaron un incremento del riesgo de desarrollar cáncer de seno y otros tipos de cáncer más adelante. (En la actualidad, rara vez se utiliza la radiación en todo el cuerpo para tratar la enfermedad de Hodgkin). Algunos casos de leucemia se relacionan con una exposición anterior a la radiación. Por lo general, la leucemia se desarrolla dentro de unos años tras la exposición. Este riesgo llega a su máximo punto entre los 5 y 9 años después de la exposición a radiación y luego disminuye lentamente. Otros tipos de cáncer a menudo toman mucho tiempo en desarrollarse tras la exposición a la radiación. La mayoría no sucede hasta al menos 10 años tras la exposición, y en algunos casos se diagnostican 15 años después o más.

¿Qué significa esto en mi caso?

La radioterapia ha mejorado de manera  constante durante las últimas décadas.

Ahora los tratamientos combaten los cánceres de forma más precisa, y se sabe seleccionar mejor las dosis de radiación más eficaces. Una emisión de radiación con más precisión implica un daño menor a los tejidos sanos adyacentes. Esto a menudo conlleva menos efectos secundarios. Puede que estos avances también reduzcan el número de cánceres subsecuentes debidos a la radioterapia, aunque esto aún se desconoce. Aun así, el riesgo general de desarrollar cánceres subsecuentes usualmente es bajo y debe sopesarse contra los beneficios de los tratamientos con radiación.

Hable con su médico antes de comenzar la radiación para asegurarse que está consciente de los posibles efectos a largo plazo del tratamiento. Esto puede ayudarle a tomar una decisión informada sobre la radiación, y ayudarle a saber a qué síntomas debe estar atento tras el tratamiento.

Efectos Secundarios por radiación a diferentes partes del cuerpo

Estos son efectos secundarios generales. Asegúrese de hablar con su equipo de atención del cáncer sobre lo que se puede esperar en su caso específico y conozca de qué debe estar pendiente. Notifique cualquier cambio que note, de manera que pueda ser tratado antes de que empeore. Además, asegúrese de saber qué problemas deben ser notificados inmediatamente y a dónde acudir.

Radioterapia dirigida a la cabeza y cuello

Algunas personas que reciben radiación en la cabeza y el cuello presentan enrojecimiento e irritación en la boca, resequedad bucal, llagas en la boca, y problemas de deglución (tragar), así como cambios en el sabor de los alimentos o náuseas.

Otros posibles efectos secundarios incluyen pérdida del gusto, dolor de oídos, deterioro de los dientes e inflamación. Puede que se caiga el cabello y la textura de su piel podría cambiar; puede que sienta rigidez en la mandíbula.Si recibe radioterapia en la región del cuello o la cabeza, es necesario que tenga una buena atención de su dentadura, encías, boca y garganta. A continuación se dan algunos consejos prácticos que le ayudarán a controlar los problemas en la boca.

-Evite los condimentos fuertes y alimentos de consistencia dura como las verduras crudas, las galletas saladas secas o las nueces.

-No coma alimentos ni tome bebidas muy calientes o muy fríos.

-Evite fumar, masticar tabaco o consumir bebidas con alcohol, ya que estos productos pueden empeorar las llagas en la boca.

-Evite los bocadillos azucarados.

-Pida a su médico o enfermera que le recomiende un enjuague bucal adecuado. El alcohol en algunos enjuagues bucales puede causar resequedad e irritación de los tejidos de la boca.

-Enjuague su boca con agua tibia con sal y bicarbonato cada una a dos horas según lo requiera. (Use una cucharadita de sal con una de bicarbonato de sodio en un litro de agua).

-Tome bebidas refrescantes con frecuencia durante el día.

-Coma caramelos o mastique gomas de mascar (chicles) sin azúcar para mantener húmeda la boca.

-Humedezca los alimentos con salsas y aderezos para hacerlo más fáciles de comer.

-Consulte a su médico o enfermera sobre medicinas para el tratamiento de llagas en la boca y para controlar el dolor al comer.

Si no es suficiente con estas medidas, consulte con su médico o enfermera. La resequedad en la boca puede ser un problema incluso después de finalizar el tratamiento. De ser así, hable con su médico o dentista sobre lo que puede hacer.

Salud dental

La radioterapia a la región de la cabeza y el cuello puede aumentar sus probabilidades de caries. La atención de la boca para prevenir problemas será parte importante de su tratamiento.

Antes de comenzar la radiación, pregunte a su médico si debe hacerse una revisión completa con su dentista. Solicite a su dentista que hable con el médico de su radioterapia antes de comenzar el tratamiento. Si tiene uno o más problemas dentales, su dentista puede sugerirle extraer las piezas dentales afectadas antes de comenzar el tratamiento. La radioterapia (y la resequedad de la boca) puede dañarlos al punto en que luego requerirán ser extraídos cuando resulte más difícil hacerlo una vez iniciado el tratamiento.

Si utiliza dentadura postiza, puede que no sea posible continuar usándola debido a la inflamación en las encías. Si su dentadura postiza le causa irritación, puede que requiera dejar de usarla hasta que la radioterapia haya concluido para evitar que las llagas se infecten.

Puede que su dentista quiera verle durante el tratamiento de radioterapia para examinar sus dientes, hablarle sobre la atención de su boca, y para asesorarle sobre cómo lidiar con cualquier problema. Es muy probable que se le indique hacer lo siguiente:

-Lavar sus dientes y encías con un cepillo de cerdas suaves después de comer y al menos otra vez más cada día.

-Usar pasta dental (o dentífrico) con fluoruro que no contenga sustancias abrasivas.

-Si acostumbra usar hilo dental, siga haciéndolo al menos una vez al día. Informe a su doctor si esto le causa sangrado u otros problemas. Si no acostumbraba usar hilo dental, hable con su doctor antes de empezar.

-Enjuáguese bien la boca con agua fresca o con una solución de bicarbonato de sodio después de cepillarse los dientes. (Use una cucharadita de bicarbonato de sodio para un litro de agua).

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/radioterapia/radioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-radiation-to-head-and-neck

Radioterapia dirigida al cerebro

La radiocirugía estereotáctica a menudo se usa cuando el cáncer está solo en uno o en unos pocos lugares en el cerebro.

Los efectos secundarios varían en función de dónde se dirige la radiación y por lo general se tornan más graves de uno a dos años tras el tratamiento. Hable con su oncólogo de radiación sobre qué es de lo que debe estar alerta y cuándo llamar para recibir ayuda.Algunas veces se trata todo el cerebro con radiación cuando el cáncer está en muchas áreas. Puede que esto se realice para prevenir que el cáncer se propague al cerebro. La radiación a todo el cerebro puede causar estos efectos secundarios:

-Dolores de cabeza
-Caída del cabello
-Náuseas
-Vómito
-Cansancio extremo (fatiga)
-Pérdida de la audición
-Cambios en la piel y el cuero cabelludo
-Dificultades con la memoria y el lenguaje
-Convulsiones

Algunos de estos efectos secundarios pueden deberse a la inflamación del cerebro causada por la radiación. Por lo general, los medicamentos se administran para prevenir la inflamación del cerebro, aunque es importante informar a su médico si padece de dolores de cabeza o cualquier otro síntoma. Los efectos tardíos (por lo general se pueden presentar uno y dos años más tarde) de la radiación al cerebro completo pueden ser resultado de la muerte del tejido cerebral. Estos efectos tardíos pueden incluir problemas graves como pérdida de la memoria, síntomas similares a la apoplejía y deficiencia en la función cerebral.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/radioterapia/radioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-radiation-to-brain

Radioterapia dirigida al seno y tórax

La radioterapia dirigida al área del seno podría afectar el corazón, causando endurecimiento de las arterias (lo que puede hacerle más propenso a un ataque al corazón en el futuro), daño a la válvula coronaria, o palpitaciones cardíacas irregulares.

También puede ocasionar problemas de deglución (al tragar), tos y dificultad para respirar. Asegúrese de entender a qué debe prestar atención e informar a su médico o enfermera si nota cualquiera de estos efectos secundarios.Si usted recibe radioterapia después de una cirugía debido a cáncer de mama, trate de no usar un sostén, siempre que le sea posible. Si no le es posible, póngase un sostén de algodón suave y sin alambres para evitar que se le irrite la piel. Si siente entumecimiento u hormigueo en los hombros, pregunte a su médico o enfermera acerca de los ejercicios que le pueden ayudar a mover libremente los brazos.

Otros efectos secundarios pueden incluir la irritación de los senos y su piel, así como cambios en el color de la piel, e hinchazón debido a la acumulación de líquido en el área tratada. Estos efectos secundarios probablemente desaparezcan en uno a dos meses después de que termine la radioterapia. Si la acumulación de líquido le sigue molestando, pregunte a su médico qué puede hacer.

La radioterapia tras la cirugía de seno puede causar otros cambios a largo plazo en el seno. Su piel puede volverse un poco más oscura, y sus poros pueden agrandarse y ser más notorios. La piel puede estar más o menos sensible, y más firme y pesada que antes del tratamiento. A veces, el tamaño del seno cambia; puede volverse más grande debido a la acumulación de líquido o más pequeño a causa del tejido cicatrizado. Muchas mujeres experimentan poco o ningún cambio en el tamaño del seno. Estos efectos secundarios pueden durar mucho tiempo después del tratamiento.

Si su tratamiento incluye implantes de radiación interna, puede ser que note sensibilidad o rigidez en el seno. Una vez retirados los implantes, es probable que presente algunos de los mismos efectos secundarios que se producen con el tratamiento con radiación externa. Si esto ocurre, siga la recomendación ofrecida anteriormente e informe a su médico acerca de cualquier problema que note.

Luego de aproximadamente un año ya no debería experimentar nuevos cambios. Si nota cambios en cuanto a tamaño, forma, apariencia o textura del seno transcurrido este tiempo, notifíquelo a su médico de inmediato.

La neumonitis por radiación es la inflamación de los pulmones que puede deberse a radioterapia dirigida al seno. Puede darse desde alrededor de seis semanas hasta seis meses tras haber completado la radioterapia de rayos externos. El riesgo de desarrollar esta afección depende de la dosis de radiación, la cantidad de pulmón que fue afectada por la radiación, si recibió radiación en el pasado, y si está recibiendo quimioterapia al mismo tiempo. También es más propensa si padece otras enfermedades, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Los síntomas comunes de la neumonitis por radiación incluyen:

-Falta de aliento que generalmente empeora con el ejercicio.

-Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente
-Tos.

-Esputo (flema) de matiz rosado

-Debilidad

En algunos casos, los síntomas no se notan y la neumonitis por radiación se detecta con una radiografía en la región del pecho.

La neumonitis por radiación es tratada procurando disminuir la inflamación. Por lo general se hace uso de esteroides, como la prednisona. Con tratamiento, la mayoría de la gente se recupera sin efectos que perduren. Pero en caso de que no se someta a tratamiento o que los problemas persistan, esto puede derivar en fibrosis pulmonar (endurecimiento o cicatrización de los pulmones). Cuando esto sucede, los pulmones no pueden inflarse totalmente para tomar aire. Si una gran parte de los pulmones es tratada con radiación, estos cambios pueden causar dificultades para respirar, especialmente durante la actividad física.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/radioterapia/radioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-radiation-to-breast

Radioterapia dirigida al estómago y abdomen

Si recibe radiación en el área del estómago o parte del abdomen, puede que tenga vómitos, náuseas, retortijones o diarrea. Su médico puede recetarle medicinas para ayudar a aliviar estos problemas.

Métodos para controlar las náuseas

Algunas personas dicen que sienten náuseas por unas horas justo después de la radioterapia. Si usted presenta este problema, trate de no comer por un par de horas antes y después de su tratamiento. Es posible que logre controlar mejor las náuseas si tiene el estómago vacío. Si el problema persiste, consulte al médico sobre medicamentos para controlar las náuseas, y asegúrese de tomarlos como le sea recetado.

Si se presentan náuseas antes del tratamiento, pruebe comer algún bocadillo fácil de digerir, por ejemplo, pan tostado o galletas saladas, y trate de relajarse lo más que pueda. A continuación se ofrecen algunas recomendaciones que le pueden ayudar a tolerar mejor el malestar estomacal:

-Siga cualquier dieta especial que su médico o dietista le haya indicado.

-Coma porciones pequeñas.

-Ingiera alimentos frecuentemente, y trate de comer y tomar líquidos lentamente.

-Evite las comidas fritas, condimentadas, dulces o con un alto contenido de grasa.

-Tome bebidas frías entre comidas.

-Coma alimentos cuyo olor no sea muy fuerte y que puedan servirse fríos o a temperatura ambiente.

-En caso de malestares estomacales fuertes, haga una dieta de líquidos claros (caldos y jugos) o de alimentos fáciles de digerir, tales como pan tostado y gelatina.

-Aprenda técnicas de respiración profunda y de relajación, y practíquelas cuando sienta náuseas.

Métodos para controlar la diarrea

La diarrea comienza con mayor frecuencia tras unas semanas de haber iniciado la radioterapia. Puede que su médico le recete algún medicamento o le dé indicaciones específicas para ayudarle con este problema. También puede que le recomiende algunos cambios en su alimentación, como:

-Tan pronto como comience o sienta que va a tener diarrea, haga una dieta de líquidos claros (agua, té ligero, jugo de manzana, néctar de melocotón, caldos, paletas de hielo y gelatina).

-No coma alimentos ricos en fibra o que puedan causar gases o retortijones, tales como frutas y verduras crudas, frijoles, repollo, cereales y pan integral, dulces y comidas picantes.

-Coma porciones pequeñas de comida con frecuencia.

-No tome leche ni coma productos lácteos en el caso de que sean irritantes para sus intestinos.

-Cuando comience a sentirse mejor, trate de comer porciones pequeñas de alimentos bajos en fibra, tales como arroz, plátano (guineo o banano), puré de manzana, yogur, puré de papa, requesón bajo en grasa y pan tostado.
-Asegúrese de tener un consumo suficiente de potasio (que se encuentra en los guineos/plátanos, papas, frijoles, melocotones y muchos otros alimentos). Este es un mineral importante que suele perderse a través de la diarrea.

Planear la alimentación es parte importante de un tratamiento de radioterapia dirigida al área del estómago y el abdomen. Recuerde que estos problemas deben mejorar cuando finalice el tratamiento. Mientras tanto, ingiera alimentos de alto valor nutricional en varias porciones pequeñas para que reciba suficientes proteínas, calorías, vitaminas y minerales.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/radioterapia/radioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-radiation-to-stomach-and-abdomen

Radioterapia dirigida a la pelvis

Si usted recibe radioterapia en cualquier parte de la pelvis, podría padecer uno o más de los problemas digestivos ya descritos. Puede que presente cierta irritación de la vejiga y cambios en su fertilidad (capacidad para tener hijos), así como en su vida sexual.

Problemas con la vejiga

La radiación dirigida a la pelvis puede afectar a la vejiga, lo que puede causar problemas como dolor, ardor, dificultad al orinar, sangre en la orina y tener que orinar frecuentemente. La mayoría de los problemas con la vejiga se alivian con el paso del tiempo, pero si la radiación afecta al revestimiento de la vejiga, esto puede ocasionar cistitis por radiación. Esto puede convertirse en un problema a largo plazo que puede causar sangre en la orina o dolor al orinar.

En pocas ocasiones, la radiación puede hacer que se formen conexiones anormales (fístulas) entre órganos en la pelvis, como la vagina y la vejiga, o la vejiga y el recto. La cirugía es un procedimiento que se puede emplear para solucionar este problema.

Los tratamientos de radiación para ciertos cánceres, como el de próstata y de vejiga, podrían ocasionar incontinencia urinaria, lo que significa que no puede controlar la orina o bien que presenta algo de chorreo o goteo involuntario. Existen diferentes tipos y grados de incontinencia, aunque esta se puede tratar. Aun cuando la incontinencia no se pueda corregir completamente, todavía será posible aliviarla.

Fertilidad

Mujeres: Antes de comenzar el tratamiento, es mejor hablar con su médico sobre cómo la radiación podría afectar su fertilidad.

Las mujeres que reciben radioterapia en el área de la pelvis pueden dejar de menstruar y tener otros síntomas de la menopausia, dependiendo de la dosis de radiación que reciban. El tratamiento también puede causar picazón, ardor y resequedad en la vagina. Informe a su médico sobre estos síntomas para que conozca cómo puede aliviar estos efectos secundarios.

Hombres: La radioterapia que se administra a un área que incluya los testículos puede reducir tanto el número de espermatozoides, así como su capacidad de fecundación. Si usted quiere tener hijos en el futuro y le preocupa la reducción de su fertilidad, hable con su médico antes de comenzar el tratamiento. Una opción puede ser el almacenamiento con antelación de su esperma.

Además de las investigaciones que han estudiado a sobrevivientes de bombas atómicas, se conoce poco sobre los efectos de la radiación en los hijos que fueron concebidos por hombres después de haber sido expuestos a la radiación. Debido al riesgo incierto, los médicos a menudo recomiendan al hombre evitar las relaciones sexuales con una mujer después de varias semanas del tratamiento, especialmente si se administró radiación al área genital o cerca de esta área.

Sexo

Con algunos tipos de radioterapia en donde está involucrada la pelvis y/o los órganos sexuales, puede que hombres y mujeres noten cambios en su capacidad de disfrutar del sexo o una disminución en su apetito sexual.

Mujeres: Durante el tratamiento dirigido a la pelvis, a ciertas mujeres se les indica que se abstengan de tener relaciones sexuales. Además, puede que algunas mujeres sientan dolor durante las relaciones sexuales. Lo más probable es que usted pueda reanudar las relaciones sexuales pocas semanas después de concluir el tratamiento, pero consúltelo con su médico primero. Algunos tipos de tratamiento puede que tengan efectos a largo plazo, como tejido cicatrizado que podría afectar la elasticidad de la vagina durante la penetración. Una vez más, su médico puede ofrecer maneras para ayudarle si esto ocurre.

Hombres: Puede que la radiación afecte las terminales nerviosas que hacen que el hombre pueda tener una erección. Si surgen problemas de erección, por lo general suceden de forma gradual durante el transcurso de muchos meses o años. Si esto es algo que le preocupa, hable con su médico acerca de otras opciones de tratamiento.

Si usted recibe radioterapia interna mediante el implante de semillas, verifique con su médico sobre la necesidad de tomar medidas de seguridad durante las relaciones sexuales.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/radioterapia/radioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-radiation-to-pelvis